El aluminio es un metal no ferroso, es uno de los metales más abundantes, constituyendo cerca al 8% de la corteza de la tierra. La alúmina, que es extraída de la bauxita y mezclada con la criolita es la fuente del aluminio.
Aunque el aluminio puro es demasiado blando, debidamente aleado se obtienen resistencias similares al acero, por lo que es muy útil industrialmente, sirve para la minería, la construcción, la decoración, la iluminación y sobre todo para la industria aeronáutica.
Posee gran dureza y bajo peso, es fácil de pulir, dúctil, tenaz y maleable, posee gran resistencia a la corrosión. También tiene alta conductividad térmica y eléctrica, teniendo la mejor relación utilidad-precio que cual otro material.
Las aplicaciones más comunes son: estructura en edificios, carpintería metálica, transmisión de la electricidad, calderería, trasnportes (aviones, automóviles, etc.), embalajes, objetos de uso doméstico, etc.
La fabricación del aluminio pasa por los siguientes procesos: calentamiento, extrusión, anodizado y acabado.
Productos extruídos: tubos, barras, ángulos, canales, perfiles, vigas, etc.
Productos planos: láminas en bobinas, láminas perfiladas, láminas en planchas.
Productos trefilados: barras y alambres.
Productos fundidos: accesorios para tuberías.
El aluminio es el elemento químico de número atómico 13, masa atómica 26,99 y símbolo AL.